¡Hecho a mano con amor en Portugal!

¿Ha pensado en el número de personas que participan en la producción de un solo par de zapatos de uniforme? ¡Alrededor de 50!

Desde diseñadores de zapatos, técnicos de calzado, cortadores, montadores, encargados del acabado, agentes de control de calidad hasta especialistas en logística, nos esforzamos por tener en nuestros equipos una gran mezcla de experiencia combinada con una buena cantidad de energía e innovación.

La idea de un nuevo zapato suele surgir de su mundo. Al caminar entre las puertas de un aeropuerto congestionado, al sentarse en el interior de ese tren que une los aeropuertos con los centros de las ciudades, al registrarse en los hoteles, ... le vemos trabajar, y cuando creemos que podemos ofrecerle un producto superior, ¡comienza nuestro trabajo!

De vuelta a nuestro mundo industrial, se trata de desarrollar esa nueva horma, casi como una escultura, de encontrar ese tacón elegante y a la vez estable que acompañe, de seleccionar las mejores pieles de ternera o de valorar las nuevas materias primas veganas de base biológica.

Los primeros prototipos y las fases posteriores son siempre especialmente emocionantes: desde una idea hasta la primera versión de un producto que escudriñan visualmente y prueban nuestros modelos.

Una vez realizadas las pruebas de uso, cuando reproducimos el tipo de uso que le darás a tu par de zapatos de uniforme (es decir, largas horas de pie, por ejemplo), estamos listos para producir esa primera muestra de un par de zapatos industrial y comercialmente viable.

Esperemos que éste acabe en sus pies: un par de zapatos de uniforme con unas características inigualables. Cómodos, fiables, elegantes y eficaces.

Esto es lo que hacemos. Un enfoque profesional para un asunto muy serio: crear y entregarle el mejor par de zapatos profesionales posible.